lunes, 25 de febrero de 2008

LA ARGENTINA TAMBIEN ES ANDINA

Transitar por las tierras altas jujeñas es internarse en paisajes definidamente andinos. Alejándonos un poco de San Salvador de Jujuy hacia la Quebrada de Humahuaca, la puna de Atacama o aún hacia los valles orientales que bordean dicha quebrada, es común encontrarse con ancianas y niños pastores, seguidos por sus perros ovejeros, guiando sus majadas de cabras y ovejas hacia sitios de buenas pasturas. Tampoco nos sorprende cuando vemos bajar de la puna caravanas de burros cargando panes de sal sobre sus lomos, así como charqui y tejidos guardados en las alforjas bordadas, que sus dueños buscan intercambiar por maíz y otros productos de los valles, o vender en los almacenes de los pueblos cercanos.
La actividad económica principal en la quebrada y los valles es la agricultura de productos tradicionales como maíz, papa, zapallo, cayote, quinoa y horticultura en pequeña escala para el mercado. Esta actividad se ve favorecida a partir del control que ejercen los agricultores sobre los cursos de agua de los ríos transversales al río Grande de Jujuy; han construido acequias, canales, represas, molinos y otras obras de infraestructura hidráulica con una tecnología típicamente andina.
El pastoreo de cabras, ovejas y llamas y la cría de animales de carga (burros y llamas) cumplen un papel complementario, más intenso en las zonas de puna.
Hoy se agregan las actividades turísticas (hotelería, gastronomía y todos los servicios anexos) como fuente laboral, sobre todo en las zonas urbanizadas, antes únicamente prestadores de servicios terciarios de abastecimiento a los poblados más pequeños.
Pero Jujuy no sólo es andino al interior rural. La ciudad capital, pese a su actual combinación de influencias migratorias, no deja de remitirnos a un pasado colonial ligado también por su ambiente, por su historia y por su cultura al mundo andino.
La mayor parte del territorio de la provincia de Jujuy está asentado en tierras altas que superan los 1500 m de altura sobre el nivel del mar. De acuerdo a los gradientes de altitud se conforman distintos ecosistemas (puna-quebrada-valles altos-yungas o selva) que atraviesan por franjas la provincia de Norte a Sur. Hacia el oeste, hasta toparse con la cordillera de los Andes, se extiende una amplia meseta, que supera los 3000 m de altura, que se prolonga en el altiplano chileno y boliviano y que llega hasta el Perú central: es nuestra puna, que abarca tres provincias Jujuy, Salta y Catamarca.
La actividad principal de la Puna era la ganadería. El ganado se empleaba básicamente para el consumo de carne (fresca o como charqui) y su venta, la extracción de lana (oveja y llama), el transporte de productos, el aprovechamiento de su guano como combustible y de los cueros. Estos productos servían para el autoconsumo, tanto como para abastecerse mediante trueque o venta, de aquéllos otros que no se podían producir en la región sobre todo coca, ají, maderas, maíz, algunos tipos específicos de frutas o pescado. El cuidado del ganado exigía, en determinadas épocas del año, la transhumancia estacional a zonas de pastos donde los campesinos tenían sus alojamientos provisorios o "puestos".
La actividad agrícola en la Puna era escasa y continúa siéndolo, en gran medida por las condiciones ambientales que no lo favorecen (altura, heladas, escasa humedad, falta de agua para riego, etc.). Se siembra papa andina, algunas forrajeras (cebada, centeno, trigo, alfalfa) y actualmente nuevamente la quinoa (especie que resiste su siembra a más de 3000 m de altura sobre el nivel del mar y hasta los 4000 m)
La extracción de sal era otra de las actividades económicas importantes.
La sal era un complemento indispensable para estos pueblos con una dieta básicamente vegetal.
Actualmente y debido a la demanda gourmet de carne de llama, en la puna jujeña se ven grandes rebaños de llamas, criados específicamente para carne (hace 20 años, se criaban llamas para lana), se está experimentando en la cría de vicuñas y su reproducción en cautiverio, así como en métodos para su esquila (antes se las mataba para esquilarlas, lo cual produjo una merma inquietante en su número y la reacción como siempre tardía del gobierno que lo declaró "animal protegido" y la prohibición de su caza).
CONTINUARÁ...